Una de las últimas acciones que tomó la administración Trump antes de perder las elecciones fue la imposición mediante la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) a cinco entidades iraníes acusándoles de intentar interferir en las elecciones estadounidenses de 2020, incautando por ellos sus activos y prohibiendo a los estadounidenses hacer transacciones con ellas. Así los anunció el pasado jueves 22 de Octubre el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La OFAC acusó a dichas entidades de ser “componentes del Gobierno de Irán, disfrazados de organizaciones de noticias o de medios de comunicación, cuyo propósito ha sido provocar la disensión entre la población votante mediante la desinformación en línea y llevando a cabo aviesas operaciones de influencia dedicadas a confundir a los votantes”.
Las cinco entidades nombradas por el Departamento del Tesoro el pasado jueves son: el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), la IRGC-Qods Force, el Instituto Bayan Rasaneh Gostar, la Unión Islámica de radio y televisión de Irán (IRTVU) y la Unión Internacional de Medios de Comunicación Virtuales (IUVM), dos entidades de medios de comunicación que el Departamento del Tesoro dice que están controladas por la Qods Force.
El secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin ha declarado que el gobierno de Teherán se ha servido de narrativas adulteradas y demás tramas capciosas para tratar de intervenir en las elecciones estadounidenses del 3 de noviembre de 2020. Entre las actividades de las que se acusa a Irán está el envío de correos electrónicos con información manipulada y el uso de plataformas de redes sociales para deformar la opinión o criterio de los votantes.
Según el Tesoro, el Instituto Bayan Gostar actuaba en nombre del IRGC para perturbar las elecciones de Estados Unidos explotando las cuestiones sociales, incluido la pandemia de la COVID-19 y denigrando a las figuras políticas de los Estados Unidos. Todo esto se perpetró semanas antes de las elecciones con el objetivo de sembrar la discordia entre las audiencias estadounidenses.
Como resultado de todo lo anterior, el Tesoro ha incautado todos los bienes e intereses relacionado con cualquiera de las cinco entidades implicadas y ha prometido nuevas sanciones contra todo aquel que realice transacciones con ellas. La misma suerte correrá toda institución financiera extranjera que expresamente coopere con ellas.
El mismo día en el que se hicieron públicas las sanciones, Alireza Miryousefi, portavoz de la delegación iraní en las Naciones Unidas, manifestó que las afirmaciones de Estados Unidos eran “absurdas”, señalando que Irán no tiene interés alguno en interferir en las elecciones de Estados Unidos ni preferencia por el resultado”.
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