EE UU ha optado por la cautela, pero el acercamiento entre ambos países será irreversible
Por José María Viñals Camallonga, socio-director de Operaciones Internacionales en Lupicinio International Law Firm y Renato A. Landeira, abogado sénior asociado.
El final del mandato Obama en sus relaciones con Cuba culmina con la aprobación de una nueva serie de enmiendas al embargo económico, financiero y comercial a la isla –CACR, en inglés–. Aunque este nuevo paquete de medidas pretende suavizar un conjunto de normas sancionadoras –conocidas genéricamente como embargo– y condenadas por la Asamblea General de la ONU desde 1992, las nuevas salvedades que entraron en vigor el lunes, discrecionales de Washington, se limitan a aclarar aspectos confusos de otras anteriores aprobadas por la Administración Obama desde el reinicio de las relaciones diplomáticas entre EE UU y Cuba en 2014.
Nuestra práctica cubana ha detectado esa incertidumbre del empresario estadounidense o extranjero con intereses en EE UU ante el verdadero alcance de las enmiendas pasadas y la inseguridad de poder ser sancionado. Además, resulta evidente que la inmediatez de las elecciones presidenciales permite que el presidente saliente, en su recta final de mandato o fase del pato cojo, pueda tomarse una mayor libertad a la hora de adoptar decisiones. En cualquier caso, Obama ha optado por la cautela en su lento, pero también progresivo, levantamiento de restricciones a Cuba. Pese a ello, todo apunta y nos hace pensar que el acercamiento entre ambos países será irreversible también por parte de Estados Unidos, como así lo confirmó, por su parte, el Gobierno cubano en múltiples foros.
De esta forma, el Departamento del Tesoro, a través de su Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, en inglés), y del Comercio de EE UU anunció el pasado viernes este nuevo paquete de medidas, que previsiblemente vaya a ser el guiño crepuscular de Obama a Cuba durante su mandato, y que a continuación desgranamos:
“Las nuevas medidas se limitan a aclarar aspectos confusos de normas anteriores del Gobierno”
- Colaboración médica y productos farmacéuticos. Se autorizará a los estadounidenses a participar en investigaciones médicas comerciales y no comerciales con ciudadanos cubanos. Además, estarán autorizados a abrir cuentas bancarias en Cuba para estos propósitos. También la OFAC, lo que supone un importante hito muy reclamado por Cuba durante largos años, permitirá la venta y distribución en EE UU de aquellos productos farmacéuticos cubanos que cuenten con la aprobación de la Administración estadounidense.
- Se aprueba la oferta de servicios para el desarrollo, reparación y mantenimiento de infraestructuras en Cuba siempre que sean en beneficio del pueblo cubano, lo que incluye a casi todas menos las destinadas a uso militar.
- Transacciones en exportación. La OFAC modifica su licencia para autorizar exportaciones y reexportaciones y eliminar las referencias a “producto 100% de origen EE UU”. Si bien esta liberación buscaría simplificar la importación a Cuba de tecnología estadounidense, lo que se consigue, al menos por el momento, es aclarar las circunstancias de exportaciones o reexportaciones autorizadas que requerían licencia adicional de la OFAC. También se permitirá importar determinados artículos a EE UU previamente exportados a Cuba o reexportados desde Cuba bajo licencia, así como su mantenimiento y reparación.
- Transporte marítimo y aéreo. Se elimina la restricción de entrada en puertos de EE UU de buques extranjeros dentro de los seis meses siguientes a que hayan hecho entrada en puerto cubano. En relación al transporte de mercancías vía aérea con escala en Cuba y posterior destino a EE UU, se autorizarán con carácter general.
- Importación de ron y tabaco. Se eliminan limitaciones de valor monetario para importar ron y tabaco cubano a EE UU para uso personal.
- Remesas para viajes. En aquellos viajes autorizados, los ciudadanos norteamericanos podrán enviar remesas a ciudadanos de terceros países –incluidos los cubanos–, para viajes hacia, desde y dentro de Cuba.
- Se permitirá emitir una licencia general para llevar a cabo aquellos contratos que deriven de uno principal previamente autorizado.
- Seguridad aérea. Se permitirá a los empresarios estadounidenses ofrecer servicios de seguridad en aviación civil con destino a Cuba, así como promover que cubanos ofrezcan iguales servicios en su territorio.
- Productos agrícolas. La Ley estadounidense de Reforma de Sanciones Comerciales y Fomento de las Exportaciones limitaba la forma de pagar, y en muchas ocasiones obligaba a hacer pagos por adelantado y en efectivo de productos agrícolas norteamericanos con destino a Cuba. Con el nuevo paquete de medidas, se permitirá la exportación de determinados productos agrícolas, como pesticidas y tractores estadounidenses sin dichas limitaciones de financiación y pago.
- Subvenciones a servicios humanitarios. La Administración norteamericana autorizará subvenciones, becas y premios a investigadores y científicos cubanos.
