Minería en Irán: oportunidades y riesgos

Oportunidades en el sector minero iraní ante las sanciones de EEUU

En términos geológicos, Irán es una tierra de oportunidades. Conocido por sus recursos de petróleo y gas, el país también se encuentra entre los mayores dueños de reservas de muchos minerales metálicos e industriales, posee minas diversas y abundantes y es uno de los principales productores de cobre, hierro, zinc, yeso, feldespato, barita, bentonita y fluorita.

Irán tiene una extendida industria minera, desde la exploración y la extracción hasta el procesamiento, pero el sector apenas contribuye con un 6% a la economía nacional, que sigue siendo altamente dependiente de la producción de hidrocarburos. El Gobierno ha anunciado en repetidas ocasiones su objetivo de aumentar la participación del sector minero en el PIB y en las exportaciones no petroleras, pero gran parte del territorio aún está inexplorado y se requieren importantes inversiones para liberar su potencial.

Ventajas competitivas del sector

El mercado minero iraní combina características y capacidades de desarrollo muy atractivas para inversores privados.

– Regulación minera estable

El sector mineral iraní está fuertemente controlado por el Estado a través de la Organización para el Desarrollo de las Minas e Industrias Mineras de Irán (IMIDRO), a cargo de las minas a gran escala, y la Organización de Desarrollo y Renovación Industrial (IDRO), que actúa en las industrias mineras. Sin embargo, muchas empresas privadas operan en el país, y poseen Licencias de Exploración y Operación otorgadas en virtud de la Ley de Minería de 1998, según sus enmiendas en 2011 y 2013. Cualquier persona física o jurídica que posea ciertas calificaciones técnicas y financieras puede presentar una solicitud de Licencia de Exploración en cualquier área no reclamada ante la oficina local del Ministerio de Industria, Minas y Comercio (MIMT) proponiendo un plan mínimo de exploración.

Una Licencia de Exploración otorga el derecho a realizar estudios geológicos y geofísicos, incluidos trabajos de perforación y evaluación, y exige el pago de un canon anual por kilómetro cuadrado, cuya cantidad varía según la categoría o el grupo de sustancias minerales. En caso de descubrimiento, el titular de la Licencia de Exploración solicita un Certificado de Descubrimiento, que es una carta emitida por el MIMT que confirma la existencia del descubrimiento y el cumplimiento del plan de exploración comprometido. El titular de un Certificado de Descubrimiento puede solicitar una Licencia de Explotación, presentando una propuesta de plan de producción y garantías financieras al MIMT. La Licencia de Explotación puede ser objeto de transacciones, extendida e hipotecada, proporcionando un instrumento de crédito en el mercado.

– Protección a las inversiones

Irán ofrece un marco legal estable para los inversionistas privados a través de la Ley de Promoción y Protección de Inversiones Extranjeras (FIPPA), que define las modalidades para las inversiones extranjeras, incluidas Directas y varios tipos de estructuras de financiamiento de proyectos que han funcionado exitosamente en el país durante muchos años, como la Participación Civil, la Recompra (“Buy-Back”), el Intercambio Compensatorio (“Counter Trade”) y Construcción, Operación y Transferencia (BOT). La FIPPA otorga igualdad de derechos a las inversiones extranjeras y nacionales, permite las importaciones, exportaciones y remesas de beneficios y capital al exterior y ofrece garantías y protección contra la expropiación y nacionalización discriminatorias. Irán es parte en 58 Tratados Bilaterales de Inversión (TBI), incluidos varios países europeos como España, que brindan protección adicional a ciertos ciudadanos. Con respecto a la facilidad de ejecución de  contratos, incluidas las cláusulas de arbitraje, el ranking del Banco Mundial asigna a Irán una puntuación de 56/100, por encima del promedio regional para Oriente Medio y África del Norte.

– Zonas Económicas Especiales (ZEE)

Las ZEE son lugares designados que gozan de exenciones aduaneras para facilitar la exportación e importación de bienes y maquinaria relacionados con un sector particular de la economía, considerado como una prioridad de inversión. Otras ventajas adicionales también pueden ser aplicables a cada región específica, como la concesión de licencias de construcción y finalización de forma gratuita. Recientemente, IMIDRO está creando y desarrollando tres nuevas ZEE con los nombres de Parsian (ubicado en Hormozgan), Lamard (ubicado en Fars) y Kashan (ubicado en Isfahan).

– Ubicación estratégica

Irán se beneficia de una ventaja geográfica única para las importaciones y exportaciones, como región clave con acceso directo y cercano a múltiples mercados atractivos en Asia, Oriente Medio y Europa.

– Energía, Infraestructura y Mano de Obra

En un país que es importante productor de petróleo y gas, las operaciones e industrias mineras tienen amplio acceso a energía a precio asequible. En términos de infraestructura, las importaciones y exportaciones gozan de los beneficios de varios puertos e instalaciones relacionadas a lo largo de la costa, equipadas con logística para las exportaciones de petróleo. Con un sector minero bien establecido, Irán también ofrece una fuerza laboral calificada a un coste competitivo para las operaciones de producción y las industrias de procesamiento.

Después del levantamiento parcial de las sanciones en octubre de 2015 bajo el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPA), conocido como el “Acuerdo Nuclear de Irán”, el Gobierno iraní aprovechó la oportunidad y lanzó un discurso de “puertas abiertas” a la inversión extranjera que se materializó en acciones políticas efectivas. Sin embargo, el escenario de sanciones internacionales cada vez más complejo está colocando a Irán en una situación difícil y obliga a las empresas a una reevaluación permanente de sus estrategias con respecto al país. A pesar de todo su potencial, el sector minero no es ajeno al impacto de la escena política.

Escenario: Un largo camino de sanciones

Irán ha estado sujeto a sanciones a lo largo de toda su historia reciente, desde las restricciones a las propiedades y bienes impuestas por los Estados Unidos luego de la toma de la Embajada en Teherán en 1979 hasta las sanciones de las Naciones Unidas dirigidas al programa nuclear y balístico iraní en 2006, que también fueron adoptadas por la Unión Europea en 2012. Ninguna de estas sanciones estaba dirigida a la industria minera como tal, sino solo a ciertos materiales (grafito, metales en bruto o semi-acabados como aluminio y acero) en la medida en que se integraran a procesos industriales en los sectores sancionados. Sin embargo, al afectar los flujos financieros internacionales, crearon un escenario complejo para cualquier empresa que deseara hacer negocios con Irán en prácticamente todos los sectores de la economía.

El acuerdo nuclear iraní (JCPA) alcanzado en 2015 entre Irán, el P5 + 1 (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos como los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas más Alemania) y la Unión Europea fue un punto de inflexión que insufló vida a la economía iraní. En el sector minero, el JCPA eliminó las sanciones que prohibían las inversiones en ciertos minerales y las instalaciones y campos relacionados.

 

Política gubernamental: Oportunidades

Alentado por este contexto internacional favorable, el 19 de marzo de 2017, el Parlamento iraní aprobó el “Sexto Plan de Desarrollo 2016-2021“. La Ley confió al Gobierno la misión de atraer inversiones extranjeras en varios sectores y alentar acuerdos conjuntos y asociaciones entre entidades nacionales y extranjeras.

Con base en estas pautas clave, el MIMT lanzó planes estratégicos de exploración, reactivación de minas, mejora de la eficiencia de producción e impulso al procesamiento de minerales y conversión de minerales en bienes intermedios y de consumo, que se lograría a través de la “eliminación de las restricciones y facilitación de las condiciones” para inversiones extranjeras.

No es sorprendente que esta combinación de levantamiento parcial de sanciones y políticas gubernamentales amigables tuvieran un efecto positivo en la industria minera. A lo largo de 2016 y 2017, se activaron algunos proyectos de expansión de la capacidad de producción, en algunos casos con la participación de empresas internacionales, creció la producción y aumentaron las exportaciones de acero, aluminio, cobre y otros minerales.

Pero los vientos favorables no duraron mucho. En octubre de 2018, Estados Unidos se retiró del JCPA, lo que significó el restablecimiento total de las sanciones directas y secundarias previamente levantadas en el sector financiero y en los sectores más críticos de la economía de Irán, como la energía, el transporte y la construcción naval, que nuevamente incluyeron los minerales y metales semi-acabados integrados en sus procesos.

Mientras tanto, las otras partes del acuerdo, principalmente la Unión Europea y China, continuaron “comprometidas con la implementación total y efectiva del acuerdo nuclear” y adoptaron una actitud de apoyo a favor de Irán. En el caso de la Unión Europea, el apoyo se tradujo en el establecimiento de herramientas financieras que podrían aliviar el impacto de las sanciones. Sin embargo, las herramientas aún no están desarrolladas y su efectividad aún no se ha verificado. En el caso de China, el apoyo es un comercio abierto con Irán, seguido por otros actores regionales como Japón y Corea del Sur que dieron lugar a un fuerte “giro hacia el Este” del comercio de Irán.

 

Último desarrollo: Otra vuelta de tuerca

El 8 de mayo de 2019, Estados Unidos dio un paso más en su “política de negar ingresos al gobierno iraní”. La Orden Ejecutiva “Imposición de sanciones con respecto a los sectores del hierro, acero, aluminio y cobre de Irán” del 8 de mayo de 2019 incluye operaciones, transacciones, transporte, comercialización, suministro de bienes o servicios y provisión de apoyo financiero, material o tecnológico.

En relación con materias primas mencionadas y sus productos semi-acabados. Cualquier persona o entidad, incluidas las instituciones financieras, que participen en estas actividades tendrá un período de 90 días para liquidar esas transacciones expuestas a sanciones.

El impacto real de esta reciente decisión es difícil de evaluar por adelantado, ya que casi no hay precedentes de sanciones aplicables específicamente al sector minero. La experiencia en sanciones a cualquier otro sector permite anticipar que generarán volatilidad en los mercados nacionales e internacionales y paralizarán las políticas de inversión en minería planificadas.

Con el sector minero iraní ahora sometido a una presión sin precedentes, las empresas se encuentran en una posición difícil y deben maximizar la precaución. Ya sea que realicen operaciones con Irán o con partes relacionadas con Irán o evalúen una posible operación o transacción, deberían reforzar sus programas de cumplimiento para asegurar una revisión periódica completa de las contrapartes y una actualización permanente de la base de datos normativa. Además, deberían diseñarse estándares contractuales, como herramientas capaces de brindar protección contra las sanciones en cláusulas como condiciones precedentes, rescisión, representaciones y garantías e indemnidades.

Al adoptar un enfoque a las sanciones basado en el riesgo, con un programa de cumplimiento adaptado a su perfil de negocios, características, ubicación y mercados operativos, una empresa puede no solo identificar riesgos e implementar estrategias de mitigación, sino también reconocer oportunidades como el acceso a nuevos mercados, sinergias y diversificación de productos.

Conclusión

Irán cuenta con amplios recursos minerales y su industria minera presenta muchas características que pueden atraer el interés del inversionista, incluidas políticas gubernamentales favorables, estabilidad en las leyes y regulaciones aplicables a inversiones extranjeras y actividades mineras, proximidad a mercados, acceso a energía e infraestructura y ventajas competitivas en su mercado laboral.

En el pasado, Irán ya ha dado pruebas de su resistencia en escenarios internacionales desafiantes. Cualquier empresa que desee operar en el entorno empresarial iraní debería realizar un análisis integral de riesgos, que puede revelar no solo las exposiciones, sino también las oportunidades para aquellos inversores que sean capaces de adoptar estrategias de mitigación adecuadas.

Para obtener más información sobre el estado actual de las sanciones de EE. UU., Las políticas de la UE y sus consecuencias, siga este enlace: https://bit.ly/319tLmS

Autores: Qazale y Marina Paradela

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