Madrid, 9 de mayo de 2018.- Sin perjuicio de la opinión del resto de la comunidad internacional (incluido el Organismo Internacional de Energía Atómica o OIEA por sus siglas) que mantiene que Irán cumple y ha venido cumpliendo con sus obligaciones del Acuerdo Nuclear (AN), Trump ha sido previsible y ha basado su salida unilateral del AN en las acusaciones lanzadas por Israel el pasado 30 de abril. Asimismo, la opinión y posicionamiento diametralmente opuesto de los líderes europeos (como Macron, Merkel o Mogherini, entre otros) han sido, para el presidente norteamericano, irrelevantes. El efecto inmediato de la retirada de EEUU del AN es un “snap back” o vuelta automática de las sanciones en suspenso desde que en enero de 2016 entrara en vigor el AN. Ante este cambio unilateral y sin precedentes, las empresas europeas deben –por un lado- gestionar el nuevo riesgo geopolítico y adaptarse a las nuevas reglas del juego, así como –por otro lado- lidiar con el posible impacto que las sanciones norteamericanas puedan causarles.
- Impacto macro. El inevitable encarecimiento del petróleo (cuyo precio lleva ya varios meses al alza) afectará negativamente al crecimiento económico de España. Nuestro país importa el 98% de los combustibles fósiles que consume, y es de sobra conocido el efecto dominó que todo aumento de su precio tiene en nuestro Índice de Precios de Consumo así como en la competitividad de nuestras exportaciones. Según el Banco de España, un incremento del 10% en el precio del barril provoca un aumento inmediato en el IPC de una décima, y de dos décimas a los seis meses.
- Secondary sanctions. Las secondary sanctions norteamericanas consisten en la prohibición de que o bien (i) filiales de holdings estadounidenses establecidas en otros países; o bien (ii) empresas no estadounidenses con presencia en EEUU hagan negocios con países sancionados. El regreso de las secondary sanctions afectaría a las inversiones en la República Islámica de compañías europeas con intereses en EEUU. Por ejemplo, el gigante petrolero francés Total espera mantener –vía un waiver o exencion de las autoridades de Washington- sus inversiones tanto en Irán como en EEUU.
- Efectos extraterritoriales de las Sanciones de EEUU. Los efectos extraterritoriales de las sanciones de EEUU se refieren a la capacidad que éstas tienen de limitar la actuación a terceros no estadounidenses en un país sancionado. Es notable que las sanciones norteamericanas en sectores globales y trasversales como la banca y los seguros puedan limitar significativamente las operaciones, exportaciones e inversiones de empresas europeas en Irán. El miedo de la banca europea a ser sancionada por la Reserva Federal o la OFAC, así como el temor a que les retiren la licencia de operar en dólares (dollar clearence) reduce mucho la capacidad de nuestras empresas de operar en Irán.
- Aumento de la tensión regional. La decisión de Trump es también un reconocimiento de la preocupación israelí sobre las actividades de Irán en los países más inestables de la zona. Ante la retirada americana de la AN los sectores iraníes de línea dura pueden aprovechar la oportunidad para criticar el enfoque moderado y coger impulso electoral. El propio Rouhani ya ha apelado al nacionalismo iraní en su reacción inicial al anuncio. La actual situación aumentaría las tensiones regionales, alentando los conflictos religiosos en la zona y aumentando el riesgo de las inversiones europeas, además de en los ya perjudicados Yemen, Siria, Líbano e Iraq, en los prósperos países ribereños del Golfo Pérsico.
- Efecto arrastre. La decisión de la Casa Blanca podría conllevar un efecto arrastre en sus aliados más cercanos (Australia, Canadá, Japón, países del Golfo Pérsico o Corea del Sur), quienes podrán seguir el ejemplo de su aliado y tomar medidas sancionadoras contra Irán. En este sentido, las empresas europeas que actúan en estos países deberán tener en cuenta el posible impacto de estas sanciones en su actividad iraní.
- La oportunidad. Pero con todas las incertidumbres que se intuyen, también se abre para las empresas españolas y europeas una oportunidad de aumentar su comercio con Irán. Con las sanciones desaparecerán de la mayor potencia emergente de Oriente Medio las empresas de EEUU y sus filiales. Si la UE resiste, como ha anunciado Mogherini, al envite del snap back estadounidense, estará asegurando a sus empresas un mercado que cuenta con más de 75 millones de habitantes y cuya producción de petróleo roza los 4 millones de barriles diarios.
José María Viñals Camallonga – Socio, Director de Operaciones Internacionales, Director de la Oficina de Madrid.