- Empresarios catalanes e instituciones cubanas resaltan las oportunidades de negocio que ofrece Cuba, especialmente, en los sectores de turismo y energías renovables
Barcelona, 14 de febrero de 2019.- Más de 40 empresarios catalanes, junto con expertos jurídicos del despacho Lupicinio International Law Firm y el recién nombrado cónsul general de Cuba en Barcelona, Alain González, se congregaron ayer en la Cámara de Comercio de Barcelona para explorar las oportunidades de negocio que ofrece la isla a los inversores extranjeros. Durante el acto, se resaltó que las empresas españolas y, en concreto, las catalanas, tienen una gran implantación en el país, lo que les ha llevado a liderar proyectos en la industria química, turística o financiera.
El cónsul general de Cuba en Barcelona recalcó que la inversión no solo es atractiva para grandes empresas, como las hoteleras, sino que “Cuba es una oportunidad para todas las compañías españolas, en especial, para las pequeñas y medianas empresas”. En este sentido, González indicó que España es unos de los principales socios inversores y el primero respecto a la variedad de intercambio. “La inversión extranjera es un pilar estratégico para el desarrollo del país y hay un gran deseo por las autoridades cubanas de que España participe en este proceso”, expresó el cónsul general, haciendo referencia al proceso de cambio que se consolidará con la votación de la nueva Constitución el próximo 24 de febrero.
En este sentido, José María Viñals, socio director de Operaciones Internacionales de Lupicinio International Law Firm, destacó que la inversión acumulada de España en la isla asciende a 340 millones de euros, concentrándose, sobre todo, en el sector tabaquero, financiero, bancario y turístico. No obstante, hizo hincapié en una nueva ventana de oportunidad para las empresas: Cuba tiene previsto para 2030 que el 27% de su producción eléctrica provenga de fuentes de energía renovables.
Consejos para el empresario
Cuba es un mercado con grandes posibilidades, pero no para todos los públicos. El proyecto a desarrollar debe de ser prioritario para la economía cubana. Esta ha sido una de las conclusiones que transmitió el empresario catalán Carles Onyós, quien dirige Proquimia, empresa química que opera en Cuba desde 1993. Asimismo, aconsejó que el empresario debe ir con una visión a largo plazo cuando se trata de rentabilizar su inversión. Por otro lado, Pere García, de la Asociación de Empresarios Catalanes en Cuba, expuso las innumerables pymes que han llevado con éxito su implantación en la isla, resaltando como fortaleza, las similitudes culturales que ambos países comparten.
El socio de Lupicinio International Law Firm, bufete que lleva asesorando a compañías en Cuba desde 1996, animó a explorar el mercado, ya que cada proyecto es un caso que necesita un asesoramiento a medida: “Internacionalizarse siempre es una tarea difícil. No obstante, Cuba tiene como elementos positivos la seguridad jurídica, la estabilidad política y el respeto hacia la inversión privada del extranjero.
Las transformaciones en marcha
Entre los cambios que atraviesa Cuba, la adaptación constitucional es central. Desde el punto de vista económico, se reconocen diferentes formas de producción y propiedad: pública, cooperativa, privada, mixta y personal. El cónsul general cubano ha indicado que Cuba no renuncia a la planificación económica con la reforma, aunque se introducen algunos mecanismos de economía de mercado y un reforzamiento de la protección de las inversiones con la nueva Ley de Inversión Extranjera.