Madrid, 10 de julio de 2019.– La firma de abogados Lupicinio International Law Firm junto con el Club de Exportadores e Inversores han organizado esta mañana un desayuno para tratar el desarrollo sostenible y su importancia en las empresas. Una de las conclusiones que se han extraído es que las empresas no solo deben apoyar el desarrollo por razones éticas, sino porque también pueden contribuir a nuevos negocios.
En este sentido, la alta comisionada para la Agenda 2030, Cristina Gallach, ha afirmado que en los países en desarrollo, apenas el 30% de la producción agrícola se somete a procesos industriales y en los países de altos ingresos, el 98% se procesa. Esto sugiere que hay grandes oportunidades para los países en vías de desarrollo en materia de agronegocios. Además, las infraestructuras básicas como las tecnologías de la información o la energía eléctrica siguen siendo escasas en muchos.
Clara Arpa, vocal de la Junta Directiva del Club de Exportadores e Inversores, ha destacado que las empresas juegan un papel fundamental ante los ODS, convirtiéndose en motores clave para la consecución de las metas propuestas y contribuyendo a generar mejores oportunidades y bienestar. Asimismo, la vocal ha defendido las ventajas de integrar los ODS en la estrategia corporativa: “Las prácticas sostenibles no consumen ni perjudican el presupuesto de la compañía, más bien, optimizan el esfuerzo de los empleados, reducen los costos y hacen que la compañía sea más atractiva para los inversionistas”.
El socio director de Lupicinio International Law Firm, Lupicinio Rodríguez, ha hecho hincapié en la demanda por parte de la sociedad para que las empresas integren los objetivos: “Cada vez son más las empresas que publican Memorias de Sostenibilidad, Informes de Gestión u otro tipo de informes”.
El socio también ha mencionado que a nivel legislativo, con la entrada en vigor de la Directiva 2014/95/UE sobre divulgación de información no financiera y diversidad, se apoya una estrategia de reporting sobre la actividad de las compañías en cuestiones medioambientales y sociales, respeto de los derechos humanos y la lucha contra la corrupción y el soborno.
La jornada ha concluido con una guía práctica de cómo la pyme puede comprometerse con el desarrollo sostenible: fomentando la formación en empleados, abriendo nuevos negocios y actividades en países en vías de desarrollo y fomentando la reducción de brechas salariales.
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