El pasado comunista de Albania hasta los años 90 ha marcado la idiosincrasia de sus relaciones económicas y comerciales con el resto de la sociedad internacional. Gracias al apoyo de España -por su experiencia en la transición y por su condición de país europeo y mediterráneo-, somos considerados por los albaneses una referencia en cuestiones como la reforma electoral o la transformación digital de las Administraciones Públicas. La apertura de la Embajada de España en Tirana en el año 2006 ha facilitado exponencialmente la comunicación comercial y económica entre ambos países, y de ello vamos a hablar a continuación.
España, como estado miembro de la UE, favorece la integración regional de Albania, país candidato a la Unión Europea desde junio de 2014. Si bien es cierto que la guerra en Ucrania ha tenido un impacto significativo en el plano socioeconómico, constituyendo un factor de desestabilización -el incremento del precio de combustibles a más de 2€/litro ha provocado malestar social y manifestaciones-, se trata de un mercado potencialmente interesante para la inversión extranjera, en particular para las empresas españolas que podrían aprovechar el crecimiento económico del país en sectores emergentes como las energías renovables y el turismo.
En el marco institucional, tal y como señala el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, los principales acuerdos bilaterales a nivel económico que se han firmado son: el Acuerdo sobre transporte internacional de viajeros y mercancías por carretera (2003); el Acuerdo de 2004 para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones (APPRI); el Acuerdo sobre Cooperación y Asistencia Mutua en Materia Aduanera (2009); el Convenio para evitar la Doble Imposición y Prevenir la Evasión Fiscal en Materia de Impuestos sobre la Renta (2010); y el Memorando de Entendimiento sobre Planificación Urbanística y ordenación del territorio (2015).
En cuanto al comercio bilateral de bienes existente entre ambos países, el ICEX señala que continúa siendo un mercado fragmentado y muy reducido, a pesar del aumento de los últimos años. No ha beneficiado en este sentido la desestabilización económica provocada por el terremoto que sufrió el país en 2019 y, por supuesto, la crisis sanitaria consecuencia del Covid 19, que ha tenido un efecto negativo en la economía mundial y también en la albanesa.
Albania, con poco más de 3 millones de habitantes, presenta aspectos de mercado positivos, tal y como apunta el ICEX, como son la simplicidad para iniciar una actividad económica, y las facilidades en el comercio transfronterizo y para la obtención de crédito. Conviene destacar asimismo su mejora del sistema financiero y bancario, que está creciendo en los últimos años, con una fuerte presencia de bancos extranjeros que poseen el 90% de los activos circulantes.
Según indica el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, durante el año 2021, las exportaciones españolas a Albania se cifraron en 69,01 millones de euros, creciendo sensiblemente respecto del año anterior (63,6 millones de euros). Las principales partidas de exportación por parte de España a Albania en el año 2020, según apunta el ICEX, fueron las siguientes: materiales de construcción (18,6 millones de euros), moda y calzado (10,4 millones), pescados, mariscos y transformados (10,3 millones), industria química (3,9 millones), productos de origen vegetal (2,9 millones), medioambiente y producción energética (2,9 millones), y por último materias primas (2,5 millones).
En cuanto a las importaciones, según fuentes del ICEX, ascendieron en 2021 hasta alcanzar la cifra de 184,08 millones de euros, lo que supone un 23% más respecto del año 2020. En ese mismo año, el saldo bilateral fue negativo para España, cifrándose en -115.069,02 millones de euros (tasa de cobertura del 37,4%). Los principales productos importados en el año 2020 fueron: combustibles (114,3 millones de euros), calzado (8,6 millones de euros), pescado (7,3 millones de euros), conservas de pescado (1,7 millones), especias, tés e infusiones (1,3 millones). Si bien el principal destino de las exportaciones de Albania sigue siendo Italia (con una participación del 45%), España representa un 6,1% a pesar de la fuerte disminución registrada en el año 2020 (-30,4%).
Por otro lado, el número de empresas españolas que regularmente exportan a Albania asciende a 261, según datos del ICEX del año 2021 -habiendo sufrido una disminución del 21%-, mientras que las compañías que importan se cifran en 59. En cuanto al ranking de clientes, Albania se sitúa en el puesto 104, mientras que en el ranking de proveedores está en el puesto 76, no existiendo deuda comercial entre ambos países.
En definitiva, a la luz de dichos datos, cabe concluir que existen importantes oportunidades de inversión en Albania, teniendo en cuenta además el contexto actual: Albania es país candidato a la UE y recibe como tal significativa financiación de preadhesión (Fondos IPA). Ello unido al fuerte crecimiento que está experimentando el país -en el último cuatrimestre del 2021 cercano al 7%-; que, si bien dicha tasa de crecimiento se enmarca en un momento de repunte tras el parón económico producido por el Covid, indica dinamismo económico.
A este marco favorable también contribuyen una mano de obra barata, una imposición beneficiosa y cuatro vuelos directos semanales (dos desde Barcelona y otros dos desde Madrid) que facilitan crecientes flujos turísticos en ambas direcciones, así como un acercamiento entre ambas sociedades y culturas. Por ello, teniendo en cuenta el valor geoestratégico de Albania como pórtico mediterráneo a los Balcanes occidentales, sería interesante promover la inversión española en el país estimulando a las empresas para que puedan expandir sus relaciones económicas y comerciales, sobre todo en sectores al alza como son las energías renovables y el turismo.
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